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Las dos caras de la moneda: Héroe y Traidor, o simplemente de convicción firme: Los irlandeses.

  • Foto del escritor: Grace Perez
    Grace Perez
  • 30 dic 2021
  • 9 Min. de lectura

Libro: El Batallón de San Patricio..

Autor: Pino Cacucci.

Traducción: Mónica Lobato Barreira.

Prólogo: luis Sepúlveda.

Editorial: Penguin Random House. Grijalbo.

País: México..

Edición: Primera 2018.

ISBN: 978-607-316-490-0

Género : Novela histórica.

Páginas: 253.

Diseño de portada: Penguin Random House/ Amalia Ángeles.

Ilustración de portada: Arcangel Images.


a, b ) Pino Cacucci Nació en Alessandria, 1955. Estudió en la Universidad de Bolonia. Vivió en París, Barcelona y en América latina, principalmente en México. Sus novelas: Outland rock, Puerto Escondido, Tina ( biografía de Tina Modotti), San Isidro Fútbol Demasiado corazón . Varios ambientados en México. Además es traductor al italiano de numerosos escritores de habla hispana, haciéndolo un promotor importante de las letras latinoamericanas en su país.


CONTRAPORTADA: <<Éramos cuarenta y ocho hombres sin patria y sin uniforme; esperábamos encontrar ambas cosas allá de las líneas mexicanas.>>

"Esta es la historia real de John Riley y de sus hombres irlandeses que, en 1846, peleaban en las filas de los Estados Unidos durante la guerra fronteriza con México. Ellos, que habían escapado del hambre y de la opresión en su Irlanda natal, no pudieron permanecer sumisos ante la carnicería que su ejército cometía para expulsar a los mexicanos de sus tierras. Esta es la leyenda de unos desertores que se cambiaron de bando para combatir la injusticia y formaron el Batallón de San Patricio, una unidad de artillería del ejército de la República mexicana.

Esta es la recreación de la infamia cometida contra Riley y los suyos, juzgados por alta traición, condenados y marcados a fuego en la mejilla con una D, de desertores, y también es una apasionante novela de perdedores, con toda la épica y el rigor histórico de Pino Cacucci.



CONTINUA TEXTO SI LO VES EN COMPUTADORA DESPUÉS DE LA IMÁGEN DE INSCRIPCIÓN, SI ES EN CELULAR POSTERIOR A ESPACIO EN BLANCO.


























































CONTENIDO:

1. Irlanda e Inglaterra.

John Patrick Riley ( Seán Pádraic Ó Raghallaigh), conocido como John Riley, nació en Irlanda. En 1820, los ingleses dominaban la isla verde. Los ciudadanos irlandeses eran maltratados y castigados por ser católicos y hablar en gaélico ( su idioma natural), además estaban obligados a sembrar solo lino y para alimentarse únicamente podían cosechar papas. Ante esta situación la familia del adolescente John, decidió mandarlo para América, la tierra de las oportunidades.


El viaje fue duro. Al llegar a Nueva York, los inmigrantes fueron recibidos con insultos por ser católicos, por tratar de ocupar puestos de trabajo y quitárselos a los americanos, en resumen, acusados de ser una lacra. Riley consigue trabajo gracias a que era de los pocos inmigrantes que sabía leer y escribir, pero la vida en el puerto era muy difícil, el respeto se ganaba con la navaja en la mano. Por esto, decidió mudarse a Filadelfia, donde los irlandeses vivían en guetos con pésimas condiciones de seguridad e higiene. Siguiendo la propaganda americana de "esta nación necesita expandirse", se alistó en el ejército donde se formó como excelente artillero y llegó a tener el grado de teniente.


En 1845, el presidente americano Polk logró que un batallón de soldados acampara en Corpus Christi, Tamaulipas, México. Los soldados propiciaron un enfrentamiento con la tropa mexicana donde perdieron la vida, siendo los mártires perfectos para tener una causa de guerra contra México.


John Riley estaba asignado al ejército americano que acampó entre los ríos Nueces y Bravo en Tamaulipas, México. Comentó con el capitán Cohen (de religión judía), que era notorio que los americanos tomarían hasta California, pasando por los estados entre esta y Texas que colindaran con el río Bravo. Además de que Estados Unidos, la supuesta nación incluyente de todos los que la habitan, discriminaba a los extranjeros enlistados en el ejército, principalmente a los irlandeses, que se les prohibía hablar en gaélico. También le dijo no estar de acuerdo que el ejército americano se haga ciego ante la conducta del grupo de voluntarios los rangers de Texas, que bajo la frase de "remember the Alamo" saciaban su sed de venganza practicando tiro al blanco con los campesinos mexicanos, violaban y después mataban a las mujeres, incluyendo niñas de 10 años. saqueaban y/o Incendiaban iglesias llenas de civiles, solo por ser católicos y torturaban a todo mexicano que no quería colaborar con ellos o bien delatar a sus compañeros. Todo aparentemente estaba justificado porque en el Viejo Testamento de la Biblia está escrito que tener tierras y no cultivarlas es ir contra Dios, además, veían a los mexicanos como casi animales; por lo que deberían de agradecer el traer a México la democracia y el progreso.


Algunos políticos americanos, como Abraham Lincoln y otros, se opusieron a la invasión

2. Abraham Lincoln.

y exigieron una explicación que nunca llegó . El presidente Polk, sabía de la importancia comercial y económica de los puertos en Alta California, y de la aduana de Nuevo México. Por lo que las pláticas para comprar territorio con el gobierno mexicano, fueron por trámite, la invasión siempre fue su opción para expandir el territorio americano.

El general Zac Taylor, aguantaba la conducta de los rangers porque sabe que sin este grupo le sería muy complicado avanzar, además de que en cualquier momento pueden retirarse, son voluntarios.


John Riley y 48 soldados irlandeses acompañados de algunos polacos, franceses, negros, alemanes e italianos, decidieron desertar del ejército americano por el maltrato y discriminación de que eran objeto, sumado a la conducta cruel y de exterminio que tienen los americanos ante la población civil mexicana, Solo había dos caminos a seguir: unirse a la fuerzas mexicanas, o simplemente alejarse lo más posible de la guerra y establecerse en otro sitio.


Al integrarse a las fuerzas mexicanas, se encontraron con soldados famélicos, casi desnudos y agotados, el general Arista jefe del Ejército del Norte, los recibió de mala gana, su principal objetivo era quedar bien con Santa Anna. Los irlandeses consiguieron sus uniformes y armas tomándolos de los cadáveres y empezó a formarse el batallón.


El general Taylor envió a los "carniceros texanos" (página 95), por delante de su ejército con armas modernas, bien alimentados y descansados, contra el ejército cansado, desnutrido, con armas de 40 años atrás, mal comandados por el general Santa Anna. Riley siempre pensó que México tenía dos enemigos, el extranjero y sus gobernantes.



3. Batalla en Monterrey .Septiembre 1846.

En Monterrey los irlandeses participaron por primera vez como unidad de combate mexicana el 21 septiembre de 1846, encargados de la artillería lograron repeler en dos ocasiones los ataques americanos, después de 4 días de fieros enfrentamientos y que casi era victoria para los mexicanos, el general Ampudia (siguiendo las indicaciones del López de Santa Anna), ordenó la rendición ante los americanos y abandonó la plaza, dejándola a merced de los saqueos.


El tiempo pasa en contra de la nación mexicana, en marzo de 1847 se realizó en Veracruz el desembarco bélico más grande hasta ese momento. Los americanos bajo las ordenes de Winfierl Scott entraron al puerto, estableciéndose dos frentes de batalla. El general Taylor dirigió sus tropas a Saltillo, enfrentando a los mexicanos en la Angostura, donde los irlandeses ya integrados como el Batallón de San Patricio, identificados con su estandarte verde con la frase Erin Go Bragh (Irlanda por siempre) escrito con letras doradas. Se le unieron gran cantidad de desertores del ejército americano llegando a tener 800 integrantes. El general Taylor vuelve a ser repelido por los irlandeses y se promete terminar con esos desertores.


A nivel internacional hubo numerosas quejas sobre la invasión americana a México. En Boston y Nueva York La American Peace Society en su revista Advocate of Peace, publicó sobre la masacre de civiles, pero fueron opacados por la prensa oficial y que la información empezó a enviarse vía telégrafo a todo el país, diciendo que los americanos llevaban la democracia y el progreso a México, obteniendo la aprobación a la guerra de la sociedad americana.


En Veracruz después de la masacre del puerto, se vive el enfrentamiento de Cerro Gordo de las fuerzas comandadas por el general Scott. contra los mexicanos, que a pesar de contar con el Batallón de San Blas y el de San Patricio, son vencidos. En este

4. Ex convento de Churubusco.

enfrentamiento los San Patricios pierden a los últimos integrantes negros y los americanos tienen un gran número de bajas por padecer disentería y vómito negro, por lo que se dirigieron rápidamente a Puebla, donde son recibidos sin ninguna agresión. Ya descansados, las fuerzas americanas continúan su camino a la Ciudad de México obteniendo la victoria en Padierna haciendo que las fuerzas nacionales se replegaran al exconvento de Churubusco. Lugar defendido por las fuerzas mexicanas comandadas por el general Anaya y por la artillería a cargo del Batallón de San Patricio. Las municiones se acabaron secundario a que las que llegaron no eran del calibre adecuado y que el depósito de pólvora voló. John Riley y sus hombres pelearon con el deseo de morir, pero fueron hechos prisioneros.


El victorioso general Scott estaba ávido de dar un castigo ejemplar a los desertores, dividió a los irlandeses en dos prisiones. San Ángel y Tacubaya. Fueron juzgados por deserción por jurados compuestos por soldados americanos católicos pero estaban de acuerdo en condenarlos a muerte por medio de la horca. El único que salvó la vida fue Riley, a él le azotaron y marcaron la cara con hierro caliente con la letra D. Las ejecuciones iniciaron el 12 de septiembre de 1847.

Las deserciones del ejército americano son numerosas, se dice que llegaban cerca de diez mil elementos, de los cuales la cuarta parte aproximadamente se unió al Batallón de San Patricio.


El siguiente punto de lucha ya sin los irlandeses por parte del ejercito mexicano, fue el Castillo de Chapultepec, sede del colegio militar defendido por 40 cadetes que se negaron a regresar a casa y el Batallón de San Blas. Fueron aniquilados. Cuando el castillo cayó, ejecutaron a los últimos irlandeses.



5. Bandera del Batallón de San Patricio.

El gobierno de México, muchos años después, colocó una lápida con los nombres de los integrantes del Batallón de San Patricio en la plaza de San Jacinto en San Ángel, además de un busto de John Riley. Por su participación heroica en nuestro país, el nombre del batallón está grabado con letras doradas en la Cámara de Diputados junto a los héroes nacionales. En 2004, México donó a Irlanda una estatua de John Riley. colocada en Clifden su ciudad natal, y en este sitio se celebra una ceremonia bajo bandera mexicana el 12 de septiembre. El exconvento de Churubusco, actualmente es el Museo de las Intervenciones, en él, se exhibe una copia de la bandera del Batallón de San Patricio, no se logró encontrar los restos de alguna original.


No se sabe mucho sobre la vida de Riley después de la guerra, solo que se quedó en Veracruz, y el historiador Robert Ryal Miller, encontró un certificado de defunción fechado el 31 agosto de 1850 de Juan Reley por efectos secundarios del alcoholismo, nombre con el que está registrado en el ejército mexicano.


COMENTARIO: Novela corta de fácil lectura. En ella conocemos parte de la realidad de lo que vivó la población en la guerra contra Estados Unidos. Por un lado conocemos a los arrogantes americanos, que actúan como salvadores de la humanidad, en esa ocasión representada por México, todo lo hicieron por el bien de sus vecinos, nunca reconocieron su verdadera intención de expandirse, ocupando los mejores territorios tanto por los recursos naturales, como por sus implicaciones económicas que les daría gran poder en un futuro. Continuaron con su política de exterminio de la población original, en este caso los mexicanos, que los texanos odiaban. Por parte de nuestro país, se reafirma lo ya expuesto en otros textos, la conducta muy ambigua y sospechosa del general Antonio López de Santa Anna. La visión que nos ofrece el autor, es la entrega de las tropas mexicanas a pesar de su condición tan precaria, ya que con armas muy antiguas y ante un ejercito muy superior, en batallas definitivas estuvieron a punto de la victoria, de no ser por las decisiones "políticas" superiores. En cuanto al Batallón de San Patricio, después de terminar el texto, no podemos apartarlo del corazón y de la fuerza combatiente por parte de México. Definitivamente ellos fueron leales a sus convicciones y valores, no toleraban ni ejercían la discriminación, situaciones que los hizo desertar de ejército americano, y como lo comentan en el libro, se unieron a la causa perdida, nunca pensaron que ganarían la guerra, pero si conservaron el respeto de sí mismos y un lugar inamovible en México.

El pero que comento, es que no se cuenta con bibliografía, solo con agradecimientos.


Te invito a visitar el ex Convento de Churubusco, podrás completar tus conocimientos de esta guerra, y sobre todo, conocer al Batallón de San Patricio.


Página 10: " Esos irlandeses, que en sus memorias conservan vivo el recuerdo del hambre, de la injusticia, de la pobreza que los obligó a dejar Irlanda, deciden no participar de un genocidio disfrazado de guerra."


Página 27: " ¿Se da cuenta de que en el Ejército de Estados Unidos hay hombres provenientes de innumerables naciones, todos se sienten discriminados, excluidos de las promociones y castigados arbitrariamente? ¡[...] los irlandeses no son los únicos!."


Página 80: "[…] nos encontramos entre soldados desmoralizados y generales ocupados en traicionarse mutuamente con tal de lucirse ante el Generalísimo, incapaces de cerrar el paso a los invasores."


Página 121: "¿Era de veras un traidor sometido a los invasores que, a fin de cuentas, lo habían traído de nuevo a México precisamente para obtener aquellos resultados? O […] ¿ había dejado creer a los norteamericanos que los favorecía sólo para poder retomar el mando de la operaciones, convencido de ser un patriota sincero y actuar por el bien de la nación?:"


Página 160:" La gran paradoja de aquella guerra era que los invasores […] disponían de […] equipamientos adecuados para proteger la pólvora de la lluvia […]. Los mexicanos, que defendían la propia tierra, no tenían suficientes armas ni municiones, y a menudo padecían hambre y sed."





c, d ) Palabras de uso poco frecuente:

Adarve: Camino situado en la parte alta de las murallas.

Afuste: Peza o mecanismo sobre el que se instala un arma de fuego para facilitar su disparo en el caso de que el cuerpo principal del arma no sea soportado directamente por el o los operarios del disparo

Hatajo: Pequeño conjunto de animales de ganado mayor o menor.

Intemperancia: Falta de templanza o moderación

Pacer: Comer [el ganado] el pasto para alimentarse.

Sotavento: Costado de una embarcación opuesto a la parte de donde viene el viento (barlovento)

Viandante: Persona que va a pie por una vía pública.



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