La Inquisición: ¿Fe por imposición o por convicción?
- Grace Perez
- 3 jun 2019
- 8 Min. de lectura
Libro:Inquisición y crímenes.
Autor:Artemio de Valle~Arizpe.
Edición: Primera, 1978.
País: México.
Editorial: Diana.
Género: Historia.
Páginas: 218.
Artemio Valle~Arizpe: Saltillo 25 de enero de 1884-Ciudad de México noviembre 1961.) Escritor, abogado y diplomático mexicano. Fue a partir de 1919 diplomático de México en España, Bélgica y Holanda. Durante su estancia en España formó parte de la Comisión de Investigaciones y Estudios Históricos. Su contacto con el Archivo le despertó su interés por la época colonial. Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 1933. En 1942 fue nombrado Cronista de la Ciudad de México. Colaboró en periódico El Universal. Su estilo es definido como churrigueresco y barroco, pero que destaca una gran investigación histórica.
SINOPSIS: "Frente a la catedral se erige una plataforma que sería el escenario de la primera hoguera de la Inquisición en México, otras arderán en muchas partes del país y las altas llamas quemarían hombres y libros con la misma implacable indiferencia.
Escritor fino de talla universal, Artemio de Valle-Arizpe nos conduce y confunde con la multitud que reza y mira asombrada estos primeros actos de fe de la Inquisiciòn. El terror nos penetra y no tenemos defensas frente a hechos pasados que el historiador nos hace vivir con la intensidad del presente. Las hogueras de la Inquisiciòn encienden sus cirios negros sobre las plazas de este continente y frente a un Cristo ensangrentado mueren nuevos mártires, esta vez de una religión que jamás tendrá la iglesia.
El autor, con un tono de ritmo aparentemente lento e indiferente, teje las crónicas de una época oscura y nos da la impresión de que el es solo un simple observador dedicado a pintar la historia para que no la olviden ni los hombres actuales ni las generaciones futuras.
Sin embargo, el humanismo a flor de piel lo delata y lo hace capaz de enseñarnos no sólo historia sino horror y dolor, sentimientos rojos y viscerales que hacen de la historia una explicaciòn para nuestro presente."
El término Inquisiciòn comprende varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía en la Iglesia católica . +

El libro inicia con la descripciòn de los 2 primeros penitentes que fueron quemados en la Nueva España en 1528 sin estar establecida de manera oficial La Santa Inquisición, los reos fueron Don Hernando Alonso que habìa participado activamente en la conquista de Tenochtitlàn y Don Gonzalo Morales, ciudadano de clase económica acomodada. Ambos acusados por actos judaizantes y sacrílegos en general por lo que " los demonios habían hecho presa de sus almas"
Con lujo de detalle se narra el ambiente social y político que esta institución creó en la Nueva España.
Se destacan dos puntos: El luto de las personas de autoridad, y la gran concurrencia de ciudadanos de todo el país, ya sea por miedo a la excomunión o bien conseguir indulgencias.
El señor Valle-Arizpe nos hace un breve recuento de los inquisidores que hubo en la Nueva España, los cuales eran obispos. Pero fue hasta 1535, que se le nombró al primer arzobispo de la Nueva España Fray Juan de Zumárraga, como inquisidor apostólico de México, cargo en el cual llevó a cabo causas en contra de los naturales de esta tierra.
El más recordado es el proceso al indígena Carlos Ometochtzin (señor principal de Texcoco y nieto de Nezahualcóyotl.) ,convertido al catolicismo, que fue acusado por Zumárraga de idolatra y de continuar con sacrificios humanos, por lo que lo mandó a quemar vivo. Por esta acción, en 1538, el Emperador Carlos V, emitió una cédula real que protegía a los indios de la Santa Inquisición ya que eran nuevos creyentes y necesitaban ser vigilados durante su catequización.
Las causas por las que el santo Oficio primero encarceló y después investigó fueron: acciones judaizantes ( solo aplicables a judíos conversos al catolicismo), Luteranismo, bigamia, matrimonio de religiosos, supersticiones, y blasfemia.

Siguiendo la arraigada historia de la Religión Católica en España, se llega a la institución del Santo Oficio a la Nueva España el domingo 04 de noviembre de 1571, con Don Pedro Moya Contreras como inquisidor .
El inquisidor Moya al presentarse con el Virrey Don Martìn Enríquez de Almanza manifestó descontento por sentirse menospreciado, pero al llegar al convento de Santo Domingo , se expresó con júbilo de todas las instalaciones del Santo Oficio, a tal grado, que se pueden catalogar de escalofriantes, ya que con el mismo detalle y entusiasmo que narra habitaciones, comedor, patio del palacio de Santo Domingo, lo hace con los calabozos: "poseía ,además,calabozos magníficos, excelentes, tanto por su áspera estrechez como por su oscuridad y lo húmedo que eran: adecuadas condiciones para que padeciesen los infelices que iban a dar a ellos" (página 29).
El primer Auto de Fe se narra como el evento más esperado y/o importante del momento, se invita a la comunidad con escritos pegados en las puertas de la iglesia y con lectores públicos, la invitación aseguraba que quien acudiera a la ceremonia ganaría indulgencias plenarias; los pecados mortales más graves se borraban en el acto.
Por lo que en un pueblo tan fanático y tan pecador se logró una gran audiencia.
De manera ágil, se describe la procesión del acto, el cual era encabezada por el padre Prior portando la Cruz Verde (símbolo de la Santa Inquisición) hasta el sitio en que se iba a realizar la ceremonia.
La ruta era del palacio de la inquisición a la Plaza del Volador, las campanas de las iglesias repiquetearon, la gente hizo valla por todo el trayecto y gritaba ¡A la Procesión del Santo Oficio! , los balcones y azoteas de edificios estaban totalmente ocupados.
El desfile estaba compuesto por el virrey y su cohorte engalanados según su rango, las órdenes eclesiásticas, los penitentes y sus familiares.

Es muy interesante la explicación de cómo por el atuendo se podía diferenciar la falta cometida por cada uno de los reos. La vestimenta consistía básicamente de un saco de lana bendecido por el cura, o saco bendito que da lugar a sambenito , escapulario y gorro . Las imágenes,colores y alegorías pintadas sobre ellas, manifestaban el crimen y el castigo de cada penitente que además portaba una vela de diferente color.
En la Casa del Cabildo que se encontraba en el área , se dirigían los personajes políticos y eclesiásticos a comer y beber suculentos manjares cocinados por las monjas de diversas órdenes, así la alta nobleza aguantaba la lectura de la larga lista de los actos cometidos por los condenados y las penas impuestas que eran las siguientes: llevar por un lapso o de por vida el sambenito, trabajar en los barcos del rey, cumplir un tiempo o por siempre en la cárcel, destierro, azotes, muerte y ser quemados vivos.
En el primer Auto de Fe en la Nueva España, el encargado de dar el sermón en la misa fue Don Antonio Morales de Molina, obispo de Tlaxcala, cuyo discurso fue muy pintoresco y casi inolvidable.
Este evento dejó huella en la forma de vida de ese tiempo que la encontramos redactada de manera muy detallada en escritos hechos por algunos prisioneros como el documento de don Guillén de Lampart "Pregón de los justos juicios de Dios, que castigue al que lo quitare" que es una denuncia de los crímenes de sus verdugos).
Los hechos y castigos ejercidos por la Santa Inquisición fue tan severo, que el pueblo indígena, que era el de nula instrucción lo relato en las historias recopiladas en el Códice Aubín o el manuscrito de 1576, que es una obra pictográfica que relata la historia en general del pueblo mexica, y en el folio 59 encontramos datos de la Inquisición ++

Pasando lo anterior que es la esencia de la Santa Inquisición, el autor nos narra de manera muy vivida varios casos , pero solo mencionaremos los aspectos más llamativos de algunos de ellos.
Don Tomás Treviño Sobremonte, ciudadano rico acusado de prácticas judaizantes. Es relevante como tolera todo el proceso, al momento de su muerte en la hoguera exclamó: "Echen más leña, que mi dinero me cuesta". Se dice que pronunció estas palabras, gracias a las cuantiosas dádivas que realizaba a la iglesia y al gobierno colonial, Ejecutado en 1649.
El Caso de la familia Carvajal. Todo empezó con el juicio de doña Francisca Carvajal, ella y sus 5 hijos fueron acusados de acciones judaizantes y obligados a confesar y abjurar públicamente en 1590 , condenados a prisión de por vida.
Dentro de prisión, los inquisidores les vigilaron de manera estrecha y en enero de 1595 se les realiza el segundo litigio ,ya que se les encontró entablando comunicación con otros judíos y en esta ocasión se les condenó a morir en la hoguera.
La inquina de la Santa Inquisición es tal, que a Baltasar (hijo de doña Francisca que había escapado), y Francisco Rodríguez, (marido de Francisca ya fallecido ), se les quemó en efigie. La mayoría de la familia Carvajal murió quemada en el auto de fe de diciembre de 1596.
Don Guillén de Lampart juzgado no por acusaciones religiosas, sino por tratar de entablar una rebelión contra la corona y hacerse pasar por pariente del rey.
Oficialmente se le acusó de hechicería. Ocho años duró el proceso .Enfrentó a los inquisidores mostrando el abuso de autoridad que ejercieron para quitar bienes y dinero a las víctimas, logra escapar y pega en las puertas de las iglesias un documento que evidencio los vicios y crímenes del Santo Oficio . Cuando es prendido nuevamente después de un segundo proceso quedo loco. Fue ejecutado en la hoguera en 1659.
Don Melchor Pérez de Soto: fue maestro mayor de las obras de la santa Iglesia Catedral. Era un ciudadano instruido, le gustaba leer y fue poseedor de una biblioteca particular muy completa con todo tipo de libros, entre ellos de astrología. Acusado de quiromancia y adivinación. Fue asesinado por su compañero de calabozo en 1655.
Con este caso se termina el repaso de castigos, ahora comentaremos lo relativo a crímenes:
El relato del homicidio de Don Joaquín Dongo, escrito de manera genial, es un relato policíaco, donde se hace mucho énfasis en la presión política que aplica el Virrey Conde de Revilla Gigedo recién llegado a Nueva España, y cómo en 15 días se resuelve totalmente el caso.
El libro cierra con la presentación de la muerte de Don Juan de Dios Cañedo, político mexicano con gran trayectoria desde el movimiento de independencia, diputado y senador en varias ocasiones por su estado natal de Jalisco, fue embajador en Sudamérica y Europa. Como dato curioso, fue el representante de Santa Ana en su matrimonio con Dolores Tosta.
Su último cargo político fue el de presidente del ayuntamiento, pero apareció muerto en el cuarto de hotel donde se hospedaba, ya que venía de Europa para instalarse en el país, en 1850. El señor Valle-Arizpe, narra de manera perspicaz la investigación del caso, a tal punto que da el nombre del asesino.
COMENTARIO:La Santa Inquisición en la Nueva España estuvo vigente de manera oficial de 1571 a 1820. Como se ve en el relato, no fue un medio para catequizar a los pobladores de la Nueva España, sino fue un instrumento intimidatorio llegando a ser brutal, que siembra terror y obediencia en toda la escala social de la época colonial. La Iglesia Católica , mediante esta estrategia, ayudó y provocó el ascenso y permanencia en el poder a reyes y ciudadanos poderosos en Europa y sus colonias.
Como se lee en el relato, una de las verdaderas ganancias de la inquisición, fue el decomisar todas las posesiones y pertenencias de los "culpables". El acecho a los ciudadanos estuvo solapado por la autoridad política, a la cual así le era más fácil gobernar.
La manera de vivir en esos 230 años aproximadamente, creo un ambiente de desconfianza en la Nueva España, la sociedad fue doblegada por el miedo, sospechando y cuidándose del vecino, e incapaz de manifestar una opinión libre y abierta.
Esto nos ha llegado hasta nuestro días, donde el chisme , descrédito y el rumor mandan en muchos niveles de la vida diaria, y las hogueras no son físicas, el castigo es el señalamiento directo y bloqueo en el área de desarrollo personal e intelectual, siempre esperando la aprobación del superior inmediato y pidiendo protección de una fuerza celestial para obtener buenos resultados sin mostrar confianza en la capacidad individual.
La sociedad será más tolerante y estará mejor dispuesta a crecer y avanzar cuando logremos superar la inseguridad y miedo que nos dejó esta etapa.
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