El populismo, tan antiguo como el Senado en la vieja Roma.
- Grace Perez
- 30 may
- 9 Min. de lectura
Libro electrónico: Maldita Roma.
Autor: Santiago Posteguillo.
Edición: Primera.
País: México,
Publicación: Formato digital (14 noviembre 2023)
Editorial: Penguin Random House.
ASIN: B0CCBS9JMP
ISBN: 978-84-666-7179-8
Género:Novela histórica.
Diseño de cubierta: Penguin Random House: Anna Puig.
Ilustración de portada: Vero Navarro.
Bibliografía: 160 citas.
Páginas totales: 1017
a) Santiago Posteguillo: "Nació en Valencia, España, en 1967. Estudió Literatura Creativa en la Universidad de Denison, en Granville (Ohio), Estados Unidos y lingüística y traducción en Gran Bretaña. Es profesor titular de Lengua y Literatura Inglesa en la Universidad Jaume I en Castellón. Fue director del Instituto Interuniversitario de Filología Valenciana.
En 2006 publicó su primera novela Africanus: el hijo del cónsul, que inició su trilogía sobre Escipión el Africano. La segunda parte Las legiones malditas salió en 2008 y al año siguiente La traición de Roma. Rápidamente se convirtieron en superventas. En 2011 inició una nueva trilogía con la publicación de Los asesinos del emperador, y le siguió Circo Máximo, en 2013, que completó en 2016 con La legión perdida."
Contraportada:
LA LEYENDA CONTINÚA.
Tras el monumental éxito de Roma soy yo, continúa la saga sobre Julio César, narrada como sólo Posteguillo podría hacerlo.
ROMA LO EXIGE TODO.
EN ROMA TODO ESTÁ EN VENTA.
MALDITA SEA POR SIEMPRE ROMA.
Mare Internum, año 75 a. C. Un barco mercante navega rumbo a la isla de Rodas. A bordo, Julio César acompañado sólo por su fiel Labieno. Obligado por sus enemigos a exiliarse de Roma, se dirige al encuentro con el maestro Apolonio para aprender oratoria y de este modo, a su regreso, iniciar una feroz pugna para ingresar en el Senado y enfrentarse allí al temido Cicerón.
Así arranca la extraordinaria segunda entrega de la saga dedicada a Julio César por Santiago Posteguillo. En Maldita Roma encontraremos ya al mito en la plenitud de su talento político y militar, dispuesto a vencer cualquier obstáculo en su imparable conquista del poder.
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Este es un relato sin tregua en el que viviremos ataques piratas, el enfrentamiento con Espartaco en la rebelión de los esclavos, grandes batallas en las que sentiremos el olor de la sangre y el estruendo de los gladios. Comprenderemos los hábiles manejos de César para ascender en política y asistiremos, incluso, al nacimiento de la reina Cleopatra a orillas del Nilo.
Una novela magistral que nos habla sobre el auténtico precio del poder. Y es que Julio César está a punto de aprender que Roma lo exige todo,hasta su bien más preciado, lo único que él no está dispuesto a entregar. Pero Roma no negocia con nadie. Ni con César. Maldita Roma.
«Posteguillo aporta ritmo y rigurosidad al mito de Julio César». El País
«El gran escritor español de novela histórica aborda al más genial de los hombres». El Mundo.
Personajes principales:
Cayo Julio César: Patricio abogado romano. Exiliado de Roma después del juicio contra Dolabela.
Tito Labenio: Amigo desde la infancia de César, lo acompaña en el exilio.
Cneo Pompeyo Magno: Procónsul optimate. Lucha en Hispania contra Sertonio. Conquistador de Asia.
Julia: Hija del primer matrimonio de Cayo Julio César. Fue esposa de Pompeyo.
Sertonio: General romano. Líder de la resistencia romana del bando de "popular" romano en Hispania.
Demetrio: Pirata que secuestró a César.
Espartaco: Tracio. Luchó contra el ejército romano. Pompeyo lo venció y lo vendió como esclavo. Líder de la rebelión de esclavos contra el imperio romano.
Marco Licinio Craso: Procónsul romano, venció a Espartaco.
Catón el joven: Senador romano. Aliado de Cicerón. Va contra César, Pompeyo y Craso.
Servillia: Inteligente, sabe de política. Hermana de Catón, madre de Bruto y amante de César.
Balbo: Líder hispano. Apoyó a Pompeyo y después aliado de César contra los lucitanos.

Contenido: 75 a. C. Julio César y Labenio después de perder el juicio contra Dolabela, salieron al exilio en Rodas. Ahí César perfeccionaría su oratoria con el maestro Apolonio. La nave que llevaba a los romanos, fue secuestrada por piratas mandados por Demetrio, cuyo campamento estaba en la isla de Farmacusa. El pirata pidió un abultado rescate por los romanos, que fue recaudado por Labenio en las ciudades de Éfeso y Mitelene; comprometiéndose a pagar con intereses y acabar con los piratas es esas costas. En esos días. César le dijo a Demetrio que cuando estuviera libre, regresaría para matarlos.
Cuando Labenio llegó a Farmacusa, Demetrio dijo que la cantidad tenía que ser en dinero romano no griego, pero César lo había pensado y se entregó el excedente. En cuanto los romanos regresaron a las islas griegas, armaron un ejército y una flota numerosa para acabar con los piratas. Los vencieron, decomisaron todos los tesoros guardados en sus arcas con lo que pagaron las deudas adquiridas. César logró burlar las ordenes del gobernador de vender a los piratas y los mando matar. Después de esto, los romanos llegaron a Rodas.
Mientras tanto en Hispania, Sertonio (líder del grupo popular), aliado con los pueblos locales, seguía enfrentando a las fuerzas a cargo de Pompeyo mandadas por el senado de Roma. La lucha terminó cuando Sertonio fue traicionado.
En Roma, el tío de César que defendió a Dolabela, está moribundo. Le dijo a su hermana

Aurelia, que el sacerdocio menor que ejercía se lo heredaba a su sobrino, así podría regresar a Roma pero sin intentar ninguna actividad política. Por esto Julio César regresó. La rebelión servil encabezada por Espartaco llevaba dos años, seguía derrotando legiones romanas, por lo que el Senado decidió darle a Craso el mando y que posterior a una derrota ante los rebeldes, presentó la lista de oficiales que requería para garantizar la victoria, la condición era que se autorizara a todos o dejaba el cargo. Julio César estaba en ella. Cuando se dio el visto bueno, llamaron a todas las legiones que estaban en el extranjero y lograron acabar con la tercera guerra servil después de dos años y medio. El cadáver de Espartaco no fue encontrado.
Pompeyo de manera oportunista, se adjudicó la victoria contra Espartaco, y como cónsul salió a Hispania a terminar la guerra contra Sertonio y Mitridíates, además acabó con los piratas que atacaron Ostia, para después conquistar Asia. Julio César quedó viudo, y toda la familia manifestó su tristeza de manera pública en el funeral, con lo que el pueblo se identificó mucho con el político.
En el año 69 a. C. en Egipto nació Cleopatra. Su padre el rey Ptolomeo, sabía que Roma en el futuro buscará conquistar su país para obtener sus cosechas, por lo que sobornó por algún tiempo a varios senadores romanos para evitar al máximo este evento.
En Roma, Julio César ya viudo, se casó con Pompeya la nieta de su antiguo enemigo Sila para tratar de limar asperezas políticas, a la vez que convenció a Craso (el hombre más rico de Roma), para que patrocinara su candidatura a edil de la ciudad. Ganó el puesto político y Craso le dio el dinero para invertir en mejoras sociales muy importantes y necesarias de la metrópoli. Cumplió las promesas de campaña y aumentó su popularidad.
El senador Catón lanzó la ley de enjuiciar a todos aquellos que se hicieron ricos de manera ilícita en el pasado, e invitó a César como juez. El aceptó pero con la condición de tener libertad de acción. Realizó juicio contra Rabirio, por actos cometidos hace 30 años. Todo esto fue el distractor perfecto para colocar a su amigo Labenio como Tribuno de la plebe y realizar algunas modificaciones para que César pudiera ser Pontífice máximo. Era la manera que Julio César trataba de hacer carrera política.

Con este puesto, tuvo que salir de su casa en el barrio popular de la Subura, para instalarse en la domus pública que se encontraba en una zona mejor. Pero dejó su casa puesta para demostrar al pueblo que seguía cerca de ellos. El matrimonio de César cada vez está peor, Pompeya se dedicaba a contradecir a César en público y molestar a Julia (hija de César), situación que a la larga ocasionaría que la pareja se divorciara y que Pompeya guardara rencor.
La lucha por el poder en el Senado continúa. El senador Catilina para ser electo como cónsul, hizo demasiadas promesas en su campaña que beneficiarían al pueblo, pero perdió, por lo que trató de obtener el poder mediante un golpe de estado controlado por el ejército de Lúculo (recién llegado de Hispania) en apoyo a Cicerón y los optimates, del Senado. Catón para disminuir el poder en ascenso de César, trató de involucrarlo en la conjura y lo hace leer un mensaje que le llegó a la cámara, pero quedó en ridículo al enterarse que era de su hermana Servilia, la amante de César.
Como siguiente paso político, Julio César fue enviado a una provincia de Hispania como gobernador. La oportunidad es bien aprovechada por el romano, que con la alianza del líder hispano Balbó derrotó a los lusitanos y adquirió gran cargamento de estaño, con lo que se ganó el derecho de celebrar un Triunfo a su regreso a Roma.
Al mismo tiempo, Pompeyo regresó de Asia y realizó su desfile triunfal que duró dos días. A partir de ese momento, el poder en Roma se encontraba fraccionado: Pompeyo no aceptaba a Craso y César, el Senado no apoyaba a Pompeyo ni a César , este no se llevaba bien con Pompeyo y luchaba contra el Senado.
Así en el 60 a. C., en Roma Julio César, Craso y Pompeyo, (por iniciativa del primero)

formaron un triunvirato para ir contra los optimates en el Senado. César tuvo que renunciar a su desfile triunfal para poder postularse para cónsul. Ya electo, poco a poco fue proponiendo y ganando modificaciones en el Senado, como la ley agraria que benefició a los veteranos de las legiones de Pompeyo, cambió varias leyes económicas que hicieron más rico a Craso y al final, para obtener el mando sobre legiones en Galia, Pompeyo le puso como condición casarse con su hija Julia. César no confiaba en Pompeyo.
Debido al estrés de esta exigencia, Cayo Julio César presentó crisis convulsivas. El médico le dijo que tratara de controlar su temperamento para evitarlas al máximo, pues no tenían cura. La familia guardó el secreto, y la madre de César amenazó a los sirvientes con matarlos si lo comentaban. Julia convenció a su padre de que aceptara la condición de Pompeyo para casarse con ella, que era la forma como ella podía ayudarlo, con ese pacto de familia, si fuera hombre lo acompañaría al campo de batalla.
En 58 a.C., el rey Tolomeo y su hija Cleopatra de aproximadamente once años, visitaron Roma para buscar apoyo contra Berenice, la hija mayor del egipcio que le había arrebatado por la fuerza el trono. Se hospedaron en una de las casas de Pompeyo. En ésta visita, la niña que estaba educada por grandes maestros, empezó a darse cuenta de las diferencias entre Egipto y Roma, así como del poderío de esta.
En este año César partió a las Galias a mando de varias legiones con las que tuvo la victoria, por primera vez, el ejército romano peleó en los dos frentes con los que el enemigo quería emboscarlos. El general no pudo regresar a Roma, ya que el rey germánico Ariovisto, con su ejército avanzaba hacia la región donde se encontraban las tropas romanas y era necesario detenerlo.
Mientras en Roma, la esclava personal de Julia, le informó a Cicerón a cambio de obtener su libertad que César padecía crisis convulsivas. Julia se enteró que Pompeyo su marido no apoyaba del todo a su padre y Craso planeaba invadir Partia.
Comentario: En esta ocasión, el autor nos platicó el crecimiento político de Julio César. Logró que Craso le prestara grandes cantidades de dinero tanto para realizar las campañas políticas y cumplir esas promesas y así tener gran fuerza popular para enfrentar al Senado. Vemos las estrategias políticas que han permanecido hasta nuestros días, como el deseo de la clase rica de no perder sus privilegios y evitar que el pueblo se eduque, la fuerza que da el populismo a un candidato que está buscando su ascenso político. Por arriba de los políticos, encontramos el poder casi absoluto que daba el dinero que permitía tener numerosas legiones para tener gran influencia en el gobierno y obtenerlo si se deseaba.
La organización política de la república estaba llena de trampas, compra de votos o alianzas por beneficios en un momento determinado, como lo hicieron Pompeyo, Craso y César, cuando durante toda la novela vemos que desconfiaban entre ellos y se condicionaban su apoyo., la boda de Julia con Pompeyo y el cambio de leyes entre otras, son muestra de ello.
En esta etapa de la vida de César, va alcanzando sus metas poco a poco, siempre moviéndose al límite de la ley y ocupando todos los conocimientos adquiridos en su juventud más la experiencia que le compartió su tío, para llegar a su meta: el poder.
La epilepsia que aquejó a César llama la atención que pudiera controlarla en ocasiones, generando dudas sobre el padecimiento.
Tomemos un café en la actual Nápoles, viendo el Vesubio para platicar un poco.
Página 250: "...´para activar otras <herramientas> con las que barrer la estupidez, la iniquidad o la injusticia, hemos de recurrir a las palabras para enardecer a hombres, senadores o ejércitos..."
Página 263: "La acción, la audacia, la rapidez en la toma de decisiones, es la destreza importante para pensar. La combinación de ambas habilidades te hace prácticamente indestructible."
Página 501: "El pueblo es como es, pero puede ser mejor de lo que es, pensar más, saber más, solo que el Senado no desea eso [...] porque un pueblo que sepa más, que lea, que vaya al teatro, que se admire ante el arte, es un pueblo que piensa más, y quien piensa más es más exigente con quien le gobierna y está más abierto a los abusos del poder y reclama más justicia."
Página 502: "Solo el que busca el enriquecimiento personal en perjuicio de la mayoría, sustrayendo dinero que es de todos para si mismo anhela un pueblo ignorante, distraído constantemente."
b) Palabras de uso poco frecuente:
Aciago: Infausto, infeliz, desgraciado, de mal agüero.
Esquilmar: Menoscabar, Agotar una fuente de riqueza sacando de ella mayor provecho que el debido.
Iniquidad: Maldad, injusticia grande.
Pergeñar: Disponer o ejecutar algo con más o menos habilidad.
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